Es muy lindo ver cómo los buscadores de la
verdad van mostrando lo que van aprendiendo o lo que van reconociendo. Este es
un camino muy bello a la vez que difícil. La dificultad reside en que cuando se
mira a través del ego resulta muy complicado reconocer que esta identidad que
hemos creado es una sombra que entorpece el reconocimiento de lo que es Real.
Una sombra quizás necesaria para moverse entre las estructuras armadas por la
sociedad, para relacionarse dentro de ciertos acuerdos de convivencia. Pero el
paso hacia una comprensión plagada de limitaciones, que es separadora y llena
de conflictos, es muy inmediato si dejamos que las ilusiones del ego nos
atrapen. Pasar de relacionarse a competir, pasar de estar cómodo a volverse
presa de la ambición, pasar de estar entretenido a quedarse atrapado por más y
más situaciones que sean gratificantes y placenteras, es sumamente inmediato. Es
a lo que se le llama tentación.
El caso es que el ego no deja de surgir, no
deja de estar allí, por más comprensión que se tenga, por más clara que esta
comprensión sea. Incluso en realización total de lo que es Real el ego no deja
de aparecer. Este ego es como una sombra pues tan solo la existencia de este
cuerpo produce la sombra del ego. Como si la luz de conciencia que todo lo
ilumina, al reflejarse a través del cuerpo, necesariamente produce una sombra,
tal cual sucede al caminar en un día soleado al aire libre. La sombra está ahí,
pegada a nuestros pies, camines hacia delante o hacia atrás.
Cuando en las enseñanzas se indica que el ego
debe desaparecer se produce confusión en el estudiante. Por más que uno se
empeñe, necesariamente debe admitir que el ego está una y otra vez haciendo
presencia. Y por más que se intente eliminarlo esto resulta frustrante e
inútil. Así que el punto clave no es eliminar al ego, sino comprender lo que el
ego es. Cuando se comprende, este se ve como la sombra que nos sigue al caminar
en un día soleado. Mientras más sol, más se contrasta la sombra pero jamás nos
confundiremos pensando que esta sombra es lo que somos.
Mientras más comprensión tengamos de lo que es
Real de nosotros, menos nos confundiremos con los procesos del ego. Más
comprensión es equivalente a más luz. El problema en la vida, es decir, las
situaciones de desazón, sufrimiento, oscuridad y decaimiento, se producen
cuando la luz es tenue, cuando la comprensión no es clara. Como en un día nublado
en el que la sombra no se ve bien, el ego no se nota, no lo reconocemos.
Cuando no reconocemos al ego es cuando más hay
que estar alerta, pues este siempre se esconde o se camufla. A veces parece que
hemos dejado de ser personas tristes, por ejemplo, y pasamos a ser personas
alegres. En ese caso nos olvidamos temporalmente de cualquier sufrimiento, y un
estudiante espiritual que de pronto se siente contento nota que se ha olvidado
del sufrimiento y puede considerar que el ego ya no está ahí, sin darse cuenta
de que este ego ahora está camuflado como persona contenta y alegre.
El ego se ha ido formando como un mecanismo de
interacción. Hay egos interesantes, otros desabridos, acomplejados, briosos, tantos
como las múltiples calificaciones que le podríamos dar a las diferentes personas.
Pero este ego no es fijo sino cambiante, pues se amolda a las diversas
circunstancias de nuestra historia personal. Este mecanismo funciona como una
coraza de protección cuando la persona ha pasado por situaciones de desmedro,
de abuso. O funciona como un escenario lleno de color cuando la persona quiere
lucirse, llamar la atención y recibir cariño. Es tan compleja la manera como
este mecanismo funciona, que para llamar la atención el ego puede ser tanto
animado como desanimado. Esto último, por ejemplo, en el caso de quien usa la
enfermedad para que le presten atención y cuidados.
La vía espiritual consiste en no dejarse
atrapar por este mecanismo, y para ello hay que conocerlo. La razón e
importancia de esto se basa en que lo espiritual está directamente relacionado
con el conocimiento de la realidad que subyace a todo lo que experimentamos,
incluso a la experiencia de ser persona. Reconocer el sustrato, el fundamento,
la esencia. Espiritualidad es la vida en comprensión de nuestra verdadera
naturaleza, nuestra y de todas las cosas. Naturaleza esencial, conciencia
plena, ser conciencia en plenitud, sat chit ananda.
El buscador espiritual, el que investiga
seriamente esta Realidad de Ser, además de revisar los conocimientos teóricos
para entender hacia dónde están apuntando, debe necesariamente llevar a la
práctica tanto sus conocimientos como su entendimiento, para hacer palpable su
propia realidad y no quedar, una vez más, atrapado en las ideas y creencias,
porque este sigue siendo un mecanismo que funciona automáticamente produciendo la
aparente separación entre lo que soy y la comprensión auténtica y experiencial
de eso que soy de verdad.
La conciencia se expresa como persona, viendo
la vida y experimentándola. Una y otra persona ven la vida, la expresión de la
conciencia, bajo sus diversos prismas de entendimiento. Bajo sus mecanismos,
bajo sus egos. Uno y otro ego, miles de egos, aprecian la existencia bajo su
propia óptica, y en la interrelación humana, verdadera, empática, amorosa,
estos egos, estas personas, no solo se complementan, sino que comparten.
El ego es un mecanismo que se ha formado para
dar forma a la experiencia dual, para poder relacionarse con la experiencia de
la vida y relacionarse con las otras personas, animales, plantas, cosas,
pensamientos, emociones, actividades, experiencias en general. Este mecanismo tiene
un sentido, no es algo casual, tiene su función muy específica en la expresión
de la conciencia, en el despliegue de posibilidades de lo que es existir en el
mundo. La conciencia experimenta sus posibilidades al manifestarse como una y
otra persona. Cuando nos relacionamos con otros, con la pareja, por ejemplo,
nos vemos obligados a observar la vida desde el punto de vista del compañero,
es una manera de saber más de la vida, más ampliamente. El amor es esta
condición de ampliar la mirada, de ser consciente, no sólo desde el ángulo
personal, sino desde otros puntos de vista. En el amor los egos se unen, se
forma el ego de pareja por ejemplo, y se modifica o amplía la visión, la
experiencia.
Ciertamente el ego desaparece en ocasiones, del
mismo modo que cuando uno está al aire libre y el sol está en la cúspide, la sombra
que arroja el cuerpo queda totalmente bajo los pies y no se ve. El ego aparece y
desaparece, pero el que conoce al ego siempre permanece. El Ser es permanente,
el ego es su sombra temporal.
Maria Luisa
Comentarios
Ilustras y aclaras con las palabras que viertes aquí y allá, incluso con los silencios (que confieso, parecen incómodos por momentos).
Hablando de conocer al ego, ¿has estudiado la doctrina de la multiplicidad del yo? Parece que es tibetana y dice que el ego de "alguien" está a su vez compuesto de muchos "pequeños egos" que se van sucediendo y expresando a través del cuerpo-mente, algo así como un sólo libro de muchos tomos. Y así se explican situaciones como "cambios de humor" o de opinión repentina.
También dice esta doctrina que puede crearse un centro de gravedad permanente (algo así como un Yo Principal) y así evitar saltar entre los múltiples "pequeños yos".
Y que es posible la eliminación total del yo separado de forma radical (para no quedarse condenado a sólo perseguir a la sombra por siempre), siendo el nuevo centro de gravedad permanente y continuo: la Conciencia Pura a la vez que sigue la expresión o manifestación consciente y deliberada a través de un cuerpo físico individual... El Ser Absoluto a la vez que un individuo que vive y se mueve "dentro" del mundo; también en India hablan de esto último y le dan un nombre: "Paramartha Satya" o bien "Purushotatma Paramatma"
Independientemente de los nombres que se le de a estas posibilidades de expresión de la Consciencia y de doctrinas o teorías, te pregunto algo a Ti.
¿Qué sabes de ello? ¿qué has experimentado?
Por los textos que escribes —como expresión llamada María Luisa—, deduzco que no experimentas aún la libertad constante y permanente a través de ella, pero aún así ¿es posible que Tú respondas con algo más que silencio a estas preguntas?
Gracias de antemano
Un abrazo
Bendecida eres.
Hay mucho amor aquí para ti/Ti
Ommm